El Paseo de la Reforma es una amplia arteria diagonal que atraviesa el centro de la Ciudad de México. Este ambicioso proyecto fue concebido por el Emperador Maximiliano Fernando von Rosenzweig durante el Segundo Imperio Mexicano y se inspiró en los grandes bulevares de Europa como la Ringstrasse de Viena y los Campos Elíseos de París.
Inicialmente, el propósito principal de este vasto bulevar era unir el Palacio Nacional con la residencia imperial conocida como el Castillo de Chapultepec, que se encontraba en las afueras suroeste de la ciudad. Este proyecto fue originalmente llamado «Paseo de la Emperatriz» en honor a la Emperatriz Carlota, esposa de Maximiliano.
Sin embargo, tras la caída del imperio y la ejecución de Maximiliano, la república renombró este bulevar, ahora en honor a La Reforma.
Actualmente, el Paseo de la Reforma alberga muchos de los edificios más altos de México, incluyendo la Torre Mayor y otros ubicados en la Zona Rosa.
Adiciones más modernas a este bulevar lo continúan en una nueva dirección en relación a la parte más antigua.
Al noreste, continúa hacia Tlatelolco donde cambia de nombre cerca de la Plaza de las Tres Culturas. Allí se divide en la Calzada de Guadalupe y la Calzada de los Misterios, que continúan hacia La Villa.
Su parte oeste, partiendo desde el Parque Chapultepec pasa por el barrio de Polanco, luego por el próspero barrio de Lomas de Chapultepec y hasta Cuajimalpa y Santa Fe en las afueras de la ciudad. Pero al llegar a este punto, se asemeja más a una autopista que a una simple calle del centro.