Sensoji, ubicado en Asakusa, se destaca como un templo budista vibrante y venerado, ganándose un lugar entre los sitios religiosos más coloridos y queridos de Tokio.
Según la leyenda, en el año 628, dos hermanos descubrieron una estatua de Kannon, la diosa de la misericordia, en el río Sumida. A pesar de devolver la estatua al río, misteriosamente les volvió a aparecer. Como resultado, Sensoji fue construido en las cercanías para honrar a la diosa Kannon. La construcción del templo concluyó en 645, convirtiéndolo en el templo más antiguo de Tokio.
Al acercarse al recinto del templo, los visitantes pasan por el Kaminarimon, conocido como la Puerta del Trueno, que sirve como la puerta exterior del Templo Sensoji y un símbolo emblemático tanto de Asakusa como de toda la ciudad de Tokio.
Una bulliciosa calle comercial, Nakamise, que se extiende más de 200 metros, conecta la puerta exterior con la segunda puerta del templo, la Hozomon. Este camino ofrece una gran cantidad de más de varios siglos de historia, con una variedad de recuerdos japoneses como yukata y abanicos plegables, junto con refrigerios locales tradicionales distintivos del área de Asakusa.