El Gran Canal es quizás la vía fluvial más famosa de Venecia, conectando las distintas islas de la laguna, incluyendo el Rialto.
Probablemente, fue la presencia de este canal la razón para darle a la isla el nombre «Rialto«. El nombre proviene de la frase en latín «rivus altus», que se traduce como «canal profundo», y con el tiempo se convirtió en «Rialto». Este canal es una de las principales arterias de transporte de Venecia.
El Gran Canal atraviesa Venecia, comenzando en la laguna cerca de la estación de tren y cruzando la ciudad en una forma sinuosa de «S», terminando en el Canal de San Marco y La Giudecca en la Aduana.
Tiene una longitud de 3.800 metros, un ancho de 30 a 70 metros, y una profundidad de aproximadamente 5 metros.
Prácticamente no hay muros a lo largo de las orillas del canal, éstos son reemplazados por las fachadas de las casas que dan directamente al canal. Estas casas suelen estar construidas sobre pilotes de madera y tienen dos salidas: una hacia la tierra y otra hacia el agua.
El Gran Canal alberga algunos de los edificios más hermosos de la ciudad. Por eso los venecianos lo llaman «Canal Palace«. Más de 100 palacios se encuentran en sus márgenes, como Ca’ Rezzonico, Ca’ d’Oro, Ca’ Foscari, Palazzo Barbarigo y muchos otros.
Dado que el tráfico en la ciudad de Venecia se concentra a lo largo del Gran Canal, solo hay cuatro puentes peatonales que cruzan este canal: el Puente de Rialto, el Puente de la Academia, el Puente de los Descalzos y el Puente de la Constitución que conecta la estación y Piazzale Roma.
Para desplazarse por el canal, se pueden utilizar góndolas o vaporetto (barcos pequeños). Una alternativa a los puentes para cruzar los canales pueden ser los traghettos.
En 1896, un camarógrafo llamado Alexandre Promio fue el primero en el mundo en grabar en movimiento, montando una cámara en un barco que se desplazaba a lo largo del Gran Canal.