El conflicto entre israelíes y palestinos es una lucha militar y política duradera ubicada en el Levante, que comenzó a mediados del siglo XX y persiste como uno de los conflictos más prolongados a nivel global.
Se han llevado a cabo numerosos esfuerzos para abordar este conflicto dentro del proceso de paz israelí-palestino, en conjunción con intentos más amplios para resolver el conflicto árabe-israelí general.
Las afirmaciones públicas que establecen la existencia de un hogar judío en Palestina, notablemente eventos como el Primer Congreso Sionista en 1897 y la Declaración de Balfour en 1917, desencadenaron tensiones tempranas en la zona debido a importantes oleadas de inmigración judía. Después de la Primera Guerra Mundial, el Mandato para Palestina incluía un compromiso firme para «el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío».
Estas tensiones escalonaron hacia un conflicto sectario abierto entre las poblaciones judía y árabe. El Plan de Partición de las Naciones Unidas para Palestina de 1947, aunque nunca se llevó a cabo, desencadenó la Guerra de Palestina de 1947-1949.
El actual statu quo israelí-palestino tiene sus orígenes en la ocupación militar israelí de Cisjordania y Gaza durante la Guerra de los Seis Días de 1967, lo que llevó a la situación actual de los territorios palestinos.