La isla de Enoshima, ubicada en Fujisawa, en la prefectura de Kanagawa, es un destino cautivador que ofrece una mezcla de belleza natural, importancia histórica y atracciones culturales. Conectada al continente por un puente de 389 metros, esta pequeña isla ha sido un popular refugio desde el periodo Edo, atrayendo a visitantes con sus vistas panorámicas y sus lugares espirituales.
Una de las características más destacadas de la isla es el Enoshima Sea Candle, una torre de observación situada dentro del Jardín Samuel Cocking. Con una altura de 59.8 metros, ofrece vistas panorámicas de la costa circundante y, en días despejados, del Monte Fuji. El jardín en sí, establecido a finales del siglo XIX por el comerciante británico Samuel Cocking, exhibe una variedad de plantas subtropicales y ofrece un entorno tranquilo para los visitantes.
El Santuario de Enoshima, dedicado a la diosa Benzaiten, comprende tres santuarios separados: Hetsu-no-miya, Nakatsu-no-miya y Okutsu-no-miya. Estos santuarios están rodeados de vegetación exuberante y están conectados por caminos que guían a los visitantes a través del sereno paisaje de la isla.
La Calle Nakamise de la isla ofrece una variedad de tiendas y restaurantes locales, permitiendo a los visitantes degustar delicias regionales y comprar souvenirs. Desde dulces japoneses tradicionales hasta mariscos frescos, la oferta culinaria refleja el patrimonio costero de la isla.
La accesibilidad de Enoshima desde Tokio—aproximadamente una hora en tren—la convierte en un destino ideal para excursiones de un día. La combinación de paisaje natural, sitios culturales y actividades recreativas asegura una experiencia gratificante para todos los que la visitan.
