La calle Grodzka, una de las vías más antiguas de Cracovia, una vez sirvió como ruta comercial vital que conectaba el sur con el norte. Antes de la fundación de Cracovia, funcionaba como un camino desde Hungría y la República Checa hasta Mazovia y la Gran Polonia. Esta calle es un segmento significativo de la Ruta Real, frecuentemente transitada por monarcas polacos en camino al Castillo de Wawel. Los registros que datan de la segunda mitad del siglo XIII ya llevan su nombre.
La calle comienza en una esquina de la Plaza Mayor y se extiende hacia el sur. Aproximadamente a un tercio de su recorrido, te encontrarás con una plaza. En su lado este, se le conoce como Plaza Dominikański, junto a la iglesia dominica, mientras que en su lado oeste, se llama Plaza de Todos los Santos, en conmemoración de la antigua iglesia de Todos los Santos.
Desde estas plazas divergen las calles Dominikańska y Franciszkańska, respectivamente. Continuando, la calle Grodzka se cruza con las calles Poselska y Senacka. Al otro lado de la iglesia de San Pedro y San Pablo se encuentra la Plaza de Santa María Magdalena. La calle Grodzka culmina cerca de Wawel, cerca de la calle San Idziego y la Plaza del Padre Adam Studziński.